Las organizaciones médicas han tratado de asegurar la vigencia en la práctica de los médicos así como su actualización, la manera de hacerlo es exigir una serie de aspectos que comprueban la actuación continua y calificada del profesional en cuestión.
Esta certificación confirma el mínimo requerido para considera que la práctica profesional del médico está garantizada en los aspectos académicos, asistenciales y del ejercicio de procedimientos y prácticas que necesitan la acción sostenida para asegurar que quién lo hace esta calificado.
Esto desde luego es una garantía parcial del ejercicio del médico ya que existen otros aspectos sociales, humanitarios, humanos, laborales y hasta económicos que sin duda pueden influir en la práctica del médico y que la definen de acuerdo a cuanto de esto sea integrado a la hora de prestar el servicio.
A nivel internacional se ha criticado la exigencia de la vigencia que debería estar dada por la práctica diaria, poniendo en cuestión el número de horas que el médico debe dejar de trabajar para asistir a sesiones, conferencias, seminarios, talleres, cursos, congresos, investigaciones, la contando la obligación de su pertenencia a asociaciones y colegios, además de las horas de docencia; sin dejar de considerar los costosos congresos y cursos locales e internacionales a los que se debe asistir para cumplir con el requisito para ser calificado como certificado.
La limitación en el reconocimiento de las actividades de los médicos ha sido otro problema, ya que la práctica de consultorio y hospital privada no es considerada aún en todas las especialidades como factor de actualización, lo que acota las posibilidades para quienes se desempeñan a nivel particular como médicos.
Indiscutiblemente la práctica en el sector público ha sido reconocida por su extensión, impacto en la población, aspecto social y continuidad, cantidad y bajo costo, al igual que la enseñanza a este nivel, fomentando su persistencia, ya que agiliza la certificación.
El tiempo en el que los Colegios y Asociaciones Médica piden a sus agremiados certificarse oscila alrededor de los 5 años, periodo en el que el profesional deberá de recabar todos los comprobantes y reconocimientos necesarios.
Esto al paso del tiempo ha generado varios puntos de discusión:
- El de ser considerado legalmente necesario como forma de protección para quien recibe el servicio y para quién lo da.
- La necesidad de la búsqueda de estos requisitos asociados a la calidad del ejercicio médico.
- El importante gasto de los médicos en su certificación, situación que no va a la par con los salarios, remuneraciones y calidad de vida.
- Los riesgos de demandas que por lo general son agresivas e involucran el patrimonio de los médicos y su capacidad de ejercer por lo exorbitante de las demandas y lo poco que se necesita para llevarlas a cabo.
- La disparidad entre los derechos constitucionales y derechos normativos de los médicos en la posibilidad de ejercer con o sin certificación.
- La necesidad de atención médica en comunidades con limitaciones para dar servicio, donde personal relacionado con la salud o comadronas prestan el servicio asistencial a falta de profesionales calificados.
- La sobredemanda de servicios médicos de parte de la población ante un limitado número de profesionales certificados y no certificados en condiciones agobiantes, deficientes de recursos, limitadas en tiempo y con los riesgos que implica el trabajo excesivo con un bien tan delicado como es la salud, la calidad de vida y la misma vida.
La medicina prepagada ha venido a soportar en un pequeño grupo de población la prestación de servicios en mejores condiciones con atención privilegiada, este grupo puede acceder a la medicina privada en otras condiciones.
Sin embargo quien tiene el control y las ventajas en la prestación de este servicio es la empresa generadora del servicio, quien puede oponer muchos cuestionamiento a la hora de costear el servicio dado a los pacientes y muchos más con el pago a los médicos y personal relacionado a la salud, lo que no ocurre con los hospitales.
Dos organizaciones han surgido de manera paralela a la necesidad de conservar la salud, grandes empresas farmacéuticas a nivel mundial, cadenas de hospitales privados han aparecido apropiándose de este servicio y enriqueciéndose de manera extraordinaria comparativamente con los beneficios que reciben los pacientes y los médicos, quienes son la razón de ser del servicio y del negocio.
Hay mucho que decir al respecto, poco se ha logrado para equilibrar beneficios y ahora solo por el momento nos queda prevenir para evitar enfermarnos, haciendo de nuestra vida una aventura inteligente, tomando los recursos a la mano para evitar caer en la desgracia de la enfermedad.
Esperamos grandes cambios y la reflexión mundial sobre lo mucho que perdemos y lo poco que logramos con un esquema que no ha conseguido resolver la incidencia de enfermedades agudas y crónicas, así como sus complicaciones.
No hace falta más presupuesto a donde se destina sino su direccionamiento hacia la indiscutible área de la prevención y de la salud pública.
Muchos profesionales en México buscamos el camino al esquema más lógico que es el de la conservación de la salud antes de que se rompa el equilibrio, identificando los factores de riesgo y su resolución.
Aspectos socioeconómicos, biológicos, humanitarios y mucha inteligencia que dirija la energía en el sentido correcto para evitar que México siga siendo un gigante de 120 millones de habitantes que se tambalea por la enfermedad que lo aqueja, la ignorancia, la impunidad, la indolencia y la corrupción, es nuestra obligación participar para el cambio comenzando con la responsabilidad de conservar nuestra salud.
Dr. Alejandro Cárdenas Cejudo
Médico Internista
Presiente de Ejercicio y Nutrición son Salud y Prevención,
Presidente de Exercise is Medicine México AC
Representante de ISIM en México
Fellow of the American College of Medicine
Hospital Angeles del Pedregal
www.dralejandrocardenas.com
tel. 56522375