#YoTambién vs. #YoTampoco

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Junio del año 2010, Hotel du Ritz, en París:

Emma de Caunes almuerza con Harvey Weinstein, después de haberlo conocido la noche anterior en el Festival de Cine de Cannes. Harvey le dice que producirá una película de un famoso director en Francia. Le pide a Emma que vayan a su habitación para mostrarle el guión. Al principio ella se niega, pero Harvey insiste mucho y acepta acompañarlo.

Al llegar, Emma recibe una llamada y Harvey entra al baño. Emma piensa que se está lavando las manos, pero escucha el sonido de la regadera. Un minuto más tarde, Harvey sale del baño desnudo y con una erección. Le pide a Emma que se acueste en la cama y le explica que muchas mujeres han hecho lo mismo para ganarse un papel en una de sus películas.

Diciembre del año 1998, Estados Unidos:

Durante el lanzamiento de la película Playing by heart (Jugando con el corazón), Harvey Weinstein intenta abusar sexualmente de Angelina Jolie en una habitación del hotel donde se realiza la presentación. Ella logra evadirlo y no vuelve a trabajar con él.

Clara Delevingne, actriz y modelo:

Al inicio de su carrera como actriz trabaja en una película de Harvey Weinstein y recibe una llamada del productor, preguntándole si ha dormido con alguna de las mujeres con las que la han visto en los medios de comunicación. 

Dos años más tarde lo encuentra en el vestíbulo de un hotel donde habla con el director de su próxima película. Cuando el director se va, Harvey le pide a Clara que se quede un momento a platicar. Le cuenta sobre las actrices con las que ha dormido y cómo ha proyectado sus carreras. 

Después de mucha insistencia y pensando que estaba malinterpretando las palabras de Harvey, Clara acepta acompañarlo a su habitación. Al entrar, Clara ve a otra mujer y siente alivio. Pero Harvey les pide que se besen. Clara se levanta y se va inmediatamente.

Año 1997, Hotel du Cap-Eden-Roc, en la Riviera francesa:

Asia Argento llega al hotel creyendo que se trata de un evento de Miramax, pero se encuentra con una habitación preparada por Harvey Weinstein para ella. El productor alaba su trabajo en cine y se muestra amable con Asia. 

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Unos minutos más tarde, Harvey sale con una crema y le pide que le haga masajes. Asia se niega, pero Harvey le arranca la falda, abre sus piernas y le practica sexo oral.

Ashley Judd, Kate Beckinsale, Gwyneth Paltrow, Rose McGowan, Lysette Anthony, Lupita Nyong’o, Rosanna Arquette, Romola Garai, Lea Seydoux, Salma Hayeck y Judith Godrèche también fueron citadas en habitaciones de hotel donde Harvey Weinstein les pidió masajes. 

Estas mujeres se suman a las más de 60 que han denunciado a Harvey Weinstein de acoso y abuso sexual. Algunas lograron salir de la habitación, otras eran demasiado jóvenes y no supieron cómo defenderse, algunas simplemente vivieron con miedo durante muchos años hasta que las primeras acusaciones comenzaron a publicarse. 

En este periodismo de vida, hoy recordamos el caso de Harvey Weinstein como la noticia que sacudió al mundo el 5 de octubre pasado, cuando el reportaje en The New York Times saca a la luz cómo uno de los hombres más poderosos de Hollywood abusó sexualmente de actrices y otras mujeres de la industria cinematográfica durante décadas.

Pero Harvey Weinstein sólo fue la punta del iceberg de varios casos que volvieron a resurgir, como el de Woody Allen que lleva años acusado de abusar de su hija adoptiva cuando ésta aún era menor de edad. También Louis C.K., James Franco, Dustin Hoffman, Steven Seagal y Aziz Ansari han sido señalados de abusar de varias mujeres y hombres.

A raíz de las acusaciones contra Weinstein, una campaña en redes sociales con el hashtag #MeToo se convierte en la bandera del feminismo y la lucha contra los acosos y abusos sexuales en contra de las mujeres. Y al mismo tiempo, un colectivo de reconocidas mujeres de la cultura francesa alertan sobre el riesgo que esta campaña puede generar en contra de la libertad sexual, con el hashtag #YoTampoco.

El artículo publicado en el diario Le Monde, firmado por la actriz Catherine Deneuve, la escritora Catherine Millet y la cantante Ingrid Cave, entre otras, dice:

“La violación es un crimen, pero un flirteo tenaz o torpe no es un delito y una galantería tampoco es una agresión machista… Como mujeres no nos reconocemos en este feminismo que más allá de la denuncia del abuso de poder, toma el rostro de odio a los hombres y a la sexualidad”.

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La controversia entre las dos campañas ha desatado una avalancha de declaraciones donde queda en entredicho la moral y la condena social que entre feminismo y coquetería parece no tener una equidad ni límites claros. 

Como ejemplo está el caso de James Franco, que ya lleva 5 acusaciones de abuso, pero es una de las víctimas de Harvey Weinstein y parte del movimiento #MeToo, la actriz Ashley Judd, quien le da un voto de confianza a Franco y lo defiende públicamente. Tampoco con Aziz Ansari se ha tenido la misma respuesta que con Kevin Spacey, el cual fue despedido de inmediato de la serie House of Cards cuando fue acusado de abuso sexual.

Woody Allen lleva años acusado de abuso contra su hija y sigue filmando películas, y la lista de actores y actrices que trabajan con él crece cada año. Lo mismo sucede con Roman Polanski, quien tiene acusaciones de mujeres que fueron abusadas cuando tenían 13 y 16 años, pero también es uno de los directores internacionales más afamados y con quien nadie se ha negado a trabajar.

Entonces, la pregunta es muy simple: ¿Por qué con algunos sí es abuso y con otros no parece tan grave? ¿Cuál es la diferencia entre coquetear y ser acosada? ¿Cuándo se es víctima y cuándo se es parte de un acto erótico?

Un dato curioso después de esta campaña de #MeToo es que la fiesta de los Globos de Oro se convirtió en una ventana donde la iniciativa de vestir de negro para protestar contra los abusos fue sólo el inicio en el que varias celebridades alzaron la voz contra el acoso, pero al que no fueron invitadas las protagonistas que se atrevieron a hablar sobre Weinstein, como Asia Argento que ha calificado a estas actrices de los Globos de Oro como “oportunistas”.

Por eso, hoy te pregunto a ti que escuchas ¡Qué tal, Fernanda!: ¿El feminismo está en contra de la coquetería? ¿Cuál es la diferencia entre recibir un halago o ser acosada sexualmente? ¿Tú qué piensas del tema? Escríbeme a las redes sociales de QTF y comparte tu opinión.

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